Como una granada en la mano. Como un "tornado en un bolsillo". Como las ganas de salir a patear tachos y mandar a la mierda a todos los malnacidos de este mundo. Que son muchos. Y siempre --¡siempre!-- mucho más guachos e inescrupulosos que nosotros. Hay mil formas de describir lo que hace (y nos produce) El Perrodiablo en sus recitales. Y este DVD, grabado en vivo una ya mítica noche de 2012 en la Trasnoche Rock and Pop, es una buena muestra de ello. El registro exacto, preciso, pero también austero, sobrio, sin pretensiones (las imágenes en blanco y negro le impregnan una inesperada elegancia seca, casi de nouvelle vague --¡quien lo hubiera dicho!--, a la grabación) de una banda en estado de gracia. En éxtasis de rock. Y razones no faltan. El Espíritu, el disco que acababan de sacar, ya pintaba como el álbum que les iba devolver cierto reconocimiento: el disco bisagra por el que tantos años habían peleado. Y la Rock and Pop, la FM por la que se habían cebado tantas tardes y noches arrimando la oreja curiosa al dial, ahora les abría las puertas, de alguna manera se rendía a sus pies. Sin duda, pintaba como una noche especial. Y lo fue. Gracias a los oficios de una troupe amiga (Pablo Scocco, Edu Tomate, otros allegados), El Perro pudo desembarcar en la emisora de Coghlan y shockearnos a todos los presentes (o radioescuchas) con una actuación para el recuerdo. Para la pantalla grande. Aunque guarda: más que "una película", este DVD es un documento fiel de lo que sucede y deber ser --suponemos-- El Perrodiablo cuando se junta a ensayar y la descontrola en una sala. Ese momento privado, catártico y liberador en el que los demonios personales son convocados uno por uno para luego ser despachados, como corresponde, con un buen escarmiento de rock. Una situación, ahora que lo pienso, no tan distinta a la de estos muchachos sobre un escenario. Pero bueno, en este caso, con el placer voyeur de poder verlos como por el ojo de una cerradura. Únicos y descarnados. Solos. En ese sentido, son notables los planos que capturan pequeños gestos, comentarios y rictus desenfrenados (y alterados) de Doma, Chaume, Lean, Fran y José en estos cincuenta y pico minutos de cinta. No hay pose. El rock, pocas veces mejor dicho, vive ahí. Por eso, si andás medio muerto, preparate, porque este DVD te va a pegar tal patada en el culo que muy probablemente vas a desear no haber resucitado nunca (o sí, ojalá que sí, quién sabe). Y si todavía no tiraste la toalla, bueno, ya sabés: no son vacaciones raras.
Juan Manuel Strassburger
(co-creador del Festipulenta y periodista de rock actualmente en Tiempo Argentino; antes en el Suple NO, Clarín Espectáculos y ElAcople, entre otros)
Miralo aca:
No hay comentarios:
Publicar un comentario